Constanza vive!!!

Todo lo que tocas no es real,
sólo un breve instante en la eternidad
Mentira o verdad,
el viento soplará,
llevándose las hojas del tiempo en esta ciudad.
Las ovejas marchan al compas de su propia muerte
en tu lugar,
despierta,
despierta,
despierta!!!!!!!

Constanzota te has dejado seducir

Te has dejado seducir, siempre he encontrado que los períodos bajos de la ondulación humana suministran una excelente ocasión para todas las tentaciones sensuales, especialmente las del sexo. La salud y el estado de ánimo que te conviene utilizar para provocar la lujuria pueden también, sin embargo, ser muy fácilmente utilizados para el trabajo o el juego o la meditación o las diversiones inocuas.

La sexualidad es sutilmente distinta, cualitativamente, a la espiritual; que conduce al fenómeno que los humanos llaman "estar enamorados", mucho más fácil de empujar hacia las perversiones, mucho menos contaminado por esas concomitancias generosas, imaginativas que tan a menudo hacen tan decepcionante la sexualidad humana.

Lo mismo ocurre con otros deseos de la carne. El sexo es mucho más estimulante que las bebidas espirituosas, la bebida es un anodino cuando se está aburrido y cansado. Nunca olvides que cuando estamos tratando cualquier placer en su forma sana, normal y satisfactoria, estamos, en cierto sentido, en el terreno de Dios, el Enemigo. Ya sé que he conquistado muchas almas por medio del placer!!!!

De todas maneras, el placer es un invento Suyo, no nuestro. Todo lo que podemos hacer es incitar a los humanos a gozar los placeres que nuestro Enemigo ha inventado, en momentos, o en formas, o en grados que Él ha prohibido. Por eso tratemos siempre de alejarnos de la condición natural de un placer hacia lo que en él es menos natural, lo que menos huele a su Hacedor, y lo menos placentero. La fórmula es un ansia siempre creciente de un placer siempre decreciente. Es más seguro, y es de mejor estilo.

Te han hablado sobre la "moderación en todas las cosas". Pues bien el verdadero placer es inmoderado.

Unión de própositos

Mi querida Constanza

Con profunda alegría se que te has unido a nuestra causa. Es tiempo de mostrarte algunas enseñanzas.

Los humanos son anfibios: mitad espíritu y mitad animal. (La decisión del Enemigo de crear tan repugnante híbrido fue una de las cosas que hicieron que Nuestro Padre le retirase su apoyo. Como espíritus, pertenecen al mundo eterno, pero como animales habitan el tiempo. Esto significa -que mientras su espíritu puede estar orientado hacia un objeto eterno, sus cuerpos, pasiones y fantasías están cambiando constantemente, porque vivir en el tiempo equivale a cambiar. Lo más que pueden acercarse a la constancia, por tanto, es la ondulación: el reiterado retorno a un nivel de que repetidamente vuelven a caer, una serie de simas y cimas. Si hubieses observado a tus mujeres cuidadosamente, habrías visto esta ondulación en todos los aspectos de su vida: su interés por su trabajo, su afecto hacia sus amigos, sus apetencias físicas, todo sube y baja. Mientras viva en la tierra, períodos de riqueza y vitalidad emotiva y corporal alternarán con períodos de aletargamiento y pobreza.

Debes preguntarte qué uso quiere hacer de él el Enemigo, y entonces hacer lo contrario. Ahora bien, puede sorprenderte aprender que, en Sus esfuerzos por conseguir la posesión permanente de un alma, se apoya más aún en los bajos que en los altos; algunos de Sus favoritos especiales han atravesado bajos más largos y profundos que los demás. La razón es ésta: para nosotros, un humano es, ante todo, un alimento; nuestra meta es absorber su voluntad en la nuestra, el aumento a su expensa de nuestra propia área de personalidad. Pero la obediencia que el Enemigo exige de los hombres es otra cuestión. Hay que encararse con el hecho de que toda la palabrería acerca de Su amor a los hombres, y de que Su servicio es la libertad perfecta, no es mera propaganda, Él realmente quiere llenar el universo de un montón de odiosas pequeñas réplicas de Sí mismo: criaturas cuya vida, a escala reducida, será cualitativamente como la Suya propia, no porque Él las haya absorbido sino porque sus voluntades se pliegan libremente a la Suya. Nosotros queremos ganado que pueda finalmente convertirse en alimento; Él quiere, siervos que finalmente puedan convertirse en hijos. Nosotros queremos sorber; Él quiere dar. Nosotros estamos vacíos y querríamos estar llenos; Él está lleno y rebosa. Nuestro objetivo de guerra es un mundo en el que Nuestro Padre de las Profundidades haya absorbido en su interior a todos los demás seres; el Enemigo desea un mundo lleno de seres unidos a Él pero todavía distintos Y ahí es donde entran en juego los bajos. Debes haberte preguntado muchas veces por qué el Enemigo no hace más uso de Sus poderes para hacerse sensiblemente presente a las almas humanas en el grado y en el momento que Le parezca. Pero ahora ves que lo Irresistible y lo Indiscutible son las dos armas que la naturaleza misma de Su plan le prohíben utilizar. Para Él, sería inútil meramente dominar una voluntad humana (como lo haría, salvo en el grado más tenue y reducido, Su presencia sensible). No puede seducir Sólo puede cortejar. (así como te corteja Carlos, sin temeridad). Porque Su innoble idea es comerse el pastel y conservarlo; las criaturas han de ser una con Él, pero también ellas mismas; meramente cancelarlas, o asimilarlas, no serviría. Está dispuesto a dominar un poco al principio. Las pondrá en marcha con comunicaciones de Su presencia que, aunque tenues, les parecen grandes, con dulzura emotiva, y con fáciles victorias sobre la tentación. Pero Él nunca permite que este estado de cosas se prolongue. Antes o después retira, si no de hecho, sí al menos de su experiencia consciente, todos esos apoyos e incentivos. Deja que la criatura se mantenga sobre sus propias piernas, para cumplir, sólo a fuerza de voluntad, deberes que han perdido todo sabor. Es en esos períodos de bajas, mucho más que en los períodos de altos, cuando se está convirtiendo en el tipo de criatura que Él quiere que sea. De ahí que las oraciones ofrecidas en estado de catastróficos sean las que más le agradan. Nosotros podemos arrastrar a nuestros pacientes mediante continua tentación, porque los destinamos tan sólo a la mesa, y cuanto más intervengamos en su voluntad, mejor. Él no puede "tentar" a la virtud como nosotros al vicio. Él quiere que aprendan a andar y debe, por tanto, retirar Su mano; y sólo con que de verdad exista en ellos la voluntad de andar, se siente complacido hasta por sus tropezones. No te engañes, Conny. Nuestra causa nunca está tan en peligro como cuando un humano, que ya no desea pero todavía se propone hacer la voluntad de nuestro Enemigo, contempla un universo del que toda traza de Él parece haber desaparecido, y se pregunta por qué ha sido abandonado, y todavía obedece.

terremotos

Finalmente, habrá que manifestar que dentro del Plan Divino de Dios Padre, no se contempla que previamente a la conclusión del presente ciclo evolutivo del Planeta y de su humanidad, y del inicio del proceso de grandes cambios y transformaciones en la “morada y los moradores, el 100% de la humanidad deba hallarse “despierta”, consciencial y espiritualmente. Hoy por hoy, muchos de los seres humanos aún no estén sintiendo los cambios porque no han terminado de abrir bien su corazón crístico, para así poder elevar su vibración a niveles superiores, y percibir que todo va dentro del plan divino correcto.

Entre las varias razones para la ocurrencia de estos eventos sísmicos y los consiguientes desastres, se encuentra aquella referida a la que muchas veces, la sucesión de eventos catastróficos induce a la generación de mayores niveles de solidaridad y amor entre los seres humanos del Planeta, entendiendo que la vida en la Nueva Tierra.

Los credos religiosos existentes en el mundo, sólo pueden emerger como resultado de catástrofes locales y/o regionales que ocurren a lo largo del Planeta.

Es muy penoso reconocer que sólo la ocurrencia de algunos eventos o acontecimientos catastróficos mundiales, tal como en su momento ocurriera allá por el mes de diciembre de 2004, en algunos países junto al Océano Indico. Es una pena reconocerlo, pero, éstas parecieran ser las únicas maneras en las que, de alguna manera, se incentivan y motivan el surgimiento de sentimientos de amor, compasión y solidaridad entre los hombres y mujeres de la Tierra.

Sensiblemente, por diversas causas de orden económico, político, social o de control y de consiguiente dominio de uno u otro recurso natural, un número importante de seres humanos está más interesado en aniquilar a sus congéneres, o de subyugar a determinada población, así como a los componentes de una u otra religión, pretendiendo, a costa de miles de miles de vidas humanas, ganar la batalla contra una determinada nación en particular.

El enriquecimiento ilícito e inmisericorde de algunos grupos humanos, con base en el tráfico de armas, el dañino narcotráfico, o la apropiación injusta de parte de algunas potencias mundiales, de los recursos naturales de propiedad de muchos países pobres, o, en su defecto, la otorgación de empréstitos aparentemente favorables para muchas de las naciones en vías de desarrollo, son algunos de los mecanismos utilizados por estas grandes potencias, sin tomar en cuenta los sentimientos de los pobladores de países del mundo, particularmente, de aquellos pertenecientes al denominado “Tercer Mundo”.

La ocurrencia de determinados desastres naturales pareciera ser el elemento central que permite la oportuna emergencia de sentimientos de amor, hermandad, compasión y solidaridad mundial entre todos los pueblos y naciones.

Por supuesto, los distintos eventos catastróficos locales y/o regionales que han ido aconteciendo y que seguirán sucediendo en todo este tiempo venidero, permitirán un gradual y mayor afloramiento de estos sentimientos de amor, solidaridad y compasión entre los hombres, valores tan necesarios en este proceso de ascensión espiritual de la humanidad.

Encuentro con los Premios Novel

Ya que Juan Carlos despertó al Dragón, como en Excalibur.

Gabriela Mistral, tan católica, participaba en sesiones de espiritismo…. Cuando muere su hijo, en su libro Bendita mi lengua sea, escribe: “Después de muerto Yin Yin han sucedido cosas muy extrañas. Contaré una sola. Entro a su cuarto, días después, cuando mi alma poco a poco volvía a mi cuerpo. Entro, digo, y me hallo con todo atravesado como después de un huracán: libros y cuadernos desparramados, anaqueles remecidos, su armario abierto y todos los cajones volcados sobre la alfombra. Me retire horrorizada. Salí al jardín. Hubiera huido, de no llegar Cecilia (Meireles), que entró a comprobar mis palabras. Si no hubiese llegado y no tuviese yo su testimonio, habría pensado que todo era una fata morgana mía. He tenido pesadillas que se prolongan de noche a noche como los capítulos de un libro nefando. Me despierto torturada. Vuelvo como de una inquisición”

Mas adelante señala: “Anoche vi. a Yin Yin. Rezaba yo jaculatorias por su alma, y de pronto sentí que alguien me miraba. Topé mis ojos en los suyos, verdees únicos, inolvidables. No sentí miedo. Tampoco angustia. Sentí una dulcemente sosegada como un sueño, pero totalmente lúcida: yo veía moverse las cortinas y las ramas de afuera. Recuerdo ahora, hasta unas campanas tenues, muy a lo lejos. Yin estaba de pie ante mi cama, a pocos pies de distancia. Me miraba, me taladraba esa mirada dulcísima, sin tristeza: mirada de criatura que ya probado el cielo. Yo hablaba con los ojos, yo le pedía decirme que quería, pero Yin sólo era mirarme y mirarme. Y poco a poco se fue borrando, de abajo hacia arriba, de los pies a la cabeza, que permaneció por un rato como fruto de esos ojos, suspendida en el aire. Y se desvaneció con una delicadeza de vaho. Yo quede por mucho rato estática, clavada en mi cama, incapaz de moverme. Hasta que un brazo comenzó a acalambrarse, y al liberarlo, sentí que había pasado algún tiempo. He pensado a fondo: Yin vino a verme porque quería que yo supiera su paz, su arribo final”.

Personaje incógnito Gabriela, el ateo y vanidoso Neruda, también se encontró con una sorpresa: Bajo el hechizo de Valparaíso que Neruda idolatraba, hizo una noche el poeta una importante confesión a su amigo y copropietario de La Sebastiana, Francisco Velasco: le manifestó que le gustaría volver a la vida bajo la forma de un águila. Esto fue aproximadamente diez años antes de la muerte del poeta, cuando aún podían reírse del macabro tema.

De no ocurrir lo que pasó, esta conversación no habría trascendido sino como uno más de tantos delirios de medianoche porteña. Pero una mañana, poco tiempo después del fallecimiento del poeta, Francisco Velasco fue sorprendido por un gran alboroto en el barrio, al regresar a La Sebastiana.

«¡Doctor!, ¡Doctor! Algo raro pasa en la casa de don Pablo, parece que hay alguien adentro», le gritaban los vecinos. Pensaron que era un allanamiento. Intrigado, Velasco sube cauteloso a la Sebastiana, y encuentra en el living de Neruda, un águila de gran tamaño, que le queda mirando.

Revisaron toda la casa, que seguía rigurosamente cerrada desde el fallecimiento del vate, sin dar con pista alguna de la misteriosa forma en que ingresó el ave de rapiña. Finalmente, abrieron un ventanal y lograron despedir al intruso descomunal, que remontó vuelo y se perdió en la altura. En ese instante, le vino inmediatamente a la memoria a Velasco la confidencia de Neruda de que le hubiera gustado reencarnarse en un águila, la que por cierto aparece muy frecuentemente citada en su obra¹⁰.

El doctor corrió a llamar por teléfono a Matilde, la mujer de Neruda, que estaba en su casa del barrio Bellavista. «Era Pablo», contestó ella, para su mayor sorpresa, sin miedo y muy segura de sí misma, como la cosa más natural del mundo.

crónicas de luzbel III

En la Parroquia San Juan Capistrano, en el corazón de la villa de los sub. oficiales, los niños habían invocado al Diablo, al momento se desató un ruido atronador, los ventanales se abrieron por un fuerte viento que arrastro algunas bancas del templo.

Desde que escuchó la voz, Nancy comenzó un lento deterioro, sus piernas se doblaban y se sentía decaída. La llevaron al hospital de la fach, donde no lograron determinar su enfermedad. Su marido entonces visito al Párroco del lugar, quien a su vez habló con Joaquín Matte Varas, obispo castrense, dictando un decreto de exorcismo. Concurrió el sacerdote de Melipilla (que en mapudungun significa 5 diablos), sin embargo el cura salió huyendo de la casa de Nancy.

A esa altura Nancy hablaba con voz gutural. El marido desesperado junto al obispo castrense había enviado un sacerdote alemán experto en exorcismos. El rostro deformado de Nancy les dijo: “no nos llevamos a quien vinimos a buscar”. A finales de 1993, mientras se desarrollaba la misa en la parroquia San Juan Capistrano, un ruido terrible de “tambor metálico” proveniente del techo del recito se hizo sentir en toda la villa. Nancy fue internada en el hospital de la Fach.

Nancy murió el 4 de julio de 1994, producto de un virus que destruyo sus células cerebrales, tres meses después la familia se había cambiado de villa, sin embargo una extraña presencia que venia de lo oscuro de la noche entraba a la nueva casa y corría las cobijas de la cama de las niñas.

Los poetas también son parte de historias fantasmales, por cierto, tanto La mistral como Neruda tienen mi presencia….

cronicas de luzbel II

Exactamente una semana después, alrededor de las 10 de la noche, cuando yo ya me había tranquilizado, fui hasta el living a buscar a mi pequeño, que estaba jugando con mi esposo, con el propósito de acostarlo, en ese momento, de súbito, apareció ante mí la figura de una niña pequeña, de seis años mas o menos, saliendo desde la cocina, recorrió el pasillo todos nos la quedamos mirando. La pequeña nos ignoraba, llevaba enagüita blanca, transparente. Mi hijo comenzó a llorar. Corrimos a la puerta pues nos dio pánico. Subimos al 4º piso al departamento de mi madre. Decidimos cambiarnos de casa. ¿Quién nos iba a creer?

Entonces mi madre nos contó que en su departamento pasaba por el pasillo una joven que también la miraba y le sonreía para luego desaparecer.

Atamos cabos, llama la atención la cantidad de mudanzas del edificio. La gente se cambia a toda prisa…

Desde que nos mudamos en Octubre del año 2000. No vemos sombras ni nada parecido, mi esposo y yo no hemos vuelto a discutir como lo hacíamos. Mi madre no ha ocupado servicios médicos. Sólo me resta decir que esta es la legitima verdad. Sólo puedo decir que nosotros sí creemos en los fantasmas.

La familia de maría se salvo huyendo de mis huestes, del otro lado del espejo, hay historias que terminan mal.

En el año 1994, el superior del 9º circulo, se enseñoreo con la villa de los sub-oficiales de la Fach, de calle Vivaceta. Los sucesos afectaron a Nancy Fuentes, su marido Luis Cid, relata la historia.

Estaba en Puerto Montt, su esposa en Santiago con sus tres hijos. Le pidió a un amigo que fuera a verla, tras cumplir en amigo con la visita, recibió un exaltado llamado, en plena oscuridad en la cima de un árbol se encontraba un extraño pájaro, enorme, que más bien parecía un hombre alado. Cid viajo a Santiago.

Nancy entonces recibió una extraña llamada, que decía: “Yo te voy a llevar, no te asustes. Quédate tranquila”.